jueves, 13 de julio de 2017

La ideología los degeneró

Escalofriante. No hay otra palabra para describir la candidatura en ciernes a la Presidencia de Alejandro Ordóñez, que hace unas semanas anunció el inicio de la recolección de las 461.283 firmas que le permitirán ser candidato independiente a la Presidencia de la República.

Es escalofriante por muchas razones: la primera, es que fácilmente el destituido ex procurador recogerá esas cuatrocientas y tantas mil firmas. La segunda, que sea gente joven la que lo acompaña, porque, me pregunto, ¿Qué clase de cambio, en un país que los necesita tanto, pueden promover unos jóvenes que siguen a alguien que quemó libros?, ¿Qué esperar de unos jóvenes que siguen a un candidato que persiguió ciudadanos haciendo uso de su poder y por razones religiosas?

En la foto que registra El Espectador aparece Ordóñez con sus símbolos ya característicos: calzonarias y llavero de oro y ahora, en intento por parecer joven, anda por ahí en mangas de camisa. Le falta el crucifijo, no se le ve.

Nadie ha votado por él nunca: llegó comprando votos a donde pudo llegar. Le untó la mano a todo cuanto funcionario le fue posible para empalagarse del poder del Ministerio Público y paradójicamente en este país en donde la justicia vive renga, ella llegó tarde para sancionarlo anulando su elección por irregular, por ofrecerle puestos a quienes lo elegirían. Clientelismo: favores por votos. Y eso también es escalofriante: que legalmente y con esa historia, pueda ser candidato.

Pero la razón por la que es más escalofriante es que estamos ante un candidato que muy seguramente se unirá a la otra campaña de la extrema derecha, sea cual sea. La que Uribe diga que sea, mejor dicho, y que declara sin vergüenza que asume ese compromiso por “mi familia, por sus familias, por la familia de Colombia”. Por supuesto, por familias como la de él, ya escasas y sin aceptar ninguna diferencia y sin darse cuenta de que las familias en Colombia, en su mayoría, ya no son como la de él.

No habría mucho más de qué sorprenderse en Colombia excepto porque la promotora del referendo discriminatorio e inhumano, en contra de la adopción de niños por parejas distintas a esas como la de Ordóñez, Viviane Morales, anunció también esta semana su precandidatura a la presidencia. Viéndolo bien, ella sería la fórmula perfecta en la candidatura de Ordóñez, porque al final, a los dos, la ideología los degeneró. 

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