martes, 6 de diciembre de 2016

Alguna vez quise ser como Uribe Noguera

Rafico. Así le decían en el colegio. Y me acuerdo bien de él: era el jefe de la banda, el de los amigos, el de las novias…el niño play del colegio, sí. Todos nos acordamos de él porque de alguna manera todos queríamos ser como él, ¿Quién a los 12 años no quería tener la novia más linda y más amigos y más reconocimiento?

Se graduó y nada más supe del hombre. Hasta hace unos años, cuando por cuenta de un escándalo del que fue protagonista su hermano, lo recordé fugazmente. Un escándalo en el que sus personajes –poderosos- estuvieron dispuestos a torcerle el pescuezo a la ley con tal de hacerse a unas importantes tierras, a hacerse más ricos, sin importar nada más.

Volví a saber de él ayer, lunes por la mañana. Cuando su nombre completo, Rafael Uribe Noguera, empieza a sonar en el radio como el principal sospechoso de un caso atroz en el que una niña de 7 años había sido torturada, violada y asesinada. Como en estas cosas la información contradictoria prima y el exceso de noticias en las redes sociales marca la agenda, no era fácil saber qué creer. Porque, obvio, uno no cree que alguien con alguna clase de cercanía sea capaz de semejante cosa.

Ahora que sé más del asunto, ahora que sé que el tal Rafico es efectivamente el torturador, violador y asesino de Yuliana Andrea Samboní, no salgo del asombro por muchas razones: la primera, es el cinismo con el que el señor recibe la notificación de su orden de captura. La actitud desafiante, con los brazos cruzados y acostado, casi en la onda de “usted no sabe quién soy yo”, es desconcertante y muestra a un indiferente sin ningún interés por lo que le están diciendo.

Otra razón que me aterra y asquea es lo que hay detrás de su estadía en una clínica. Los medios dicen que sigue ahí porque lo están desintoxicando de una sobredosis de cocaína, pero se ha conocido que antes de ir a parar en el Centro Vascular Navarra no lo habían recibido en otras clínicas. Los medios han presentado a Uribe como un prestigioso arquitecto. En Bogotá, los prestigiosos arquitectos no se van a pasear de clínica en clínica a ver quién los desintoxica después de esos excesos, lo que me lleva a pensar que alguien estaba tratando de dilatar la situación, antes de que las autoridades conocieran el caso. Y como si fuera poco, el Fiscal General de la Nación, dijo que la escena del crimen fue manipulada antes de ser procesada, ¿Quién podía entrar al apartamento en donde encontraron muerta a Yuliana Andrea Samboní?

No, ahora sé que no quería ser como el depredador, violador, torturador y asesino Uribe Noguera. Estaba confundido nada más. Lo único que yo siempre he querido ser es un buen ser humano.

2 comentarios:

  1. Sí tiene que ser muy impresionante saber esto de alguien del colegio...... Creo que se metió toda la coca del mundo para pasar por un pobre diablo que actuó sin saber lo que hacía....

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  2. Ese no era un pobre diablo , ese siempre fue un mal nacido , Sigan investigando y encontrarán más muertes y destruction a su alrededor , pero el dinero lo tapa todo ☝️️ Que se pudra en la carcel y allí reciba el doble de lo que a echo ������ Amén

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